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¿Qué es un somier y cómo elegir el mejor para tu colchón?

Índice

Cuando hablamos de descanso, la mayoría piensa inmediatamente en el colchón. Sin embargo, la base sobre la que reposas es igualmente determinante para conseguir un sueño reparador. En Quality Descans llevamos tres décadas asesorando sobre sistemas de descanso completos, y te aseguro que un excelente producto sobre un mal soporte no te dará el descanso que esperas.

Introducción: La importancia de elegir un somier adecuado

La base de tu cama es una pieza fundamental del sistema de descanso que muchas veces queda relegada a un segundo plano. Mientras dedicamos horas a investigar qué superficie comprar, el soporte suele seleccionarse casi por inercia o simplemente por precio.

Este error puede costarte caro. Un soporte inadecuado reduce drásticamente la vida útil de tu superficie de descanso, afecta negativamente a la calidad de tu sueño y puede incluso agravar problemas de espalda. La estructura sobre la que descansas debe trabajar en conjunto con tu sistema, no contra él.

A lo largo de este artículo vamos a descubrir qué es exactamente, exploraremos los diferentes tipos disponibles en el mercado y te daremos las claves para saber cuál es adecuado según tu superficie de descanso y tus necesidades personales. Al final, tendrás toda la información necesaria para tomar una decisión acertada.

¿Qué es un somier y cómo funciona con tu colchón?

Se trata de la estructura de soporte sobre la que se coloca tu superficie de descanso. Aunque su definición parece simple, su función va mucho más allá de ser un mero apoyo.

La función principal es doble: por un lado, proporcionar la base firme y uniforme que necesita tu equipo para mantener sus propiedades; por otro, permitir la ventilación adecuada desde su parte inferior. Esta circulación del aire es crucial para evitar la acumulación de humedad, prevenir la aparición de ácaros y prolongar considerablemente la vida útil de tu equipo de descanso.

Esta base marca la diferencia entre un sistema equilibrado y uno deficiente. Influye directamente en la firmeza percibida, en su capacidad de adaptarse a la forma del cuerpo y en su longevidad a largo plazo.

A diferencia de otras estructuras como el canapé (que es una base cerrada con almacenamiento) o las bases tapizadas sin láminas, esta opción proporciona flexibilidad y transpirabilidad superiores. Esta característica lo convierte en la alternativa preferida cuando hablamos de maximizar las prestaciones de tu equipo.

Componentes principales: bastidor, láminas y rótulas

Para entender mejor su funcionamiento y qué tipos existen, es importante conocer sus elementos fundamentales.

El marco perimetral es la estructura que sostiene todo el conjunto. Puede ser metálico o de madera, siendo el metal la opción más habitual por su resistencia. Esta estructura cuenta con patas que elevan el conjunto del suelo, facilitando la ventilación y permitiendo el acceso para limpieza.

Las láminas son los elementos transversales que realmente soportan el peso del durmiente. Estas láminas de madera o, en algunos casos, de materiales sintéticos reforzados, se fijan al marco mediante sistemas de sujeción que pueden incluir rótulas de caucho o plástico. El número de láminas y su anchura determinan en gran medida el comportamiento del conjunto.

Los sistemas de regulación, presentes en los modelos de gama media-alta, permiten ajustar la firmeza en diferentes zonas mediante cursores o rótulas especiales. Estos reguladores modifican la tensión de las láminas para adaptar el soporte a las preferencias y necesidades de cada usuario.

Los materiales más comunes incluyen el acero tubular para la estructura, madera de haya o chopo para las láminas (por su flexibilidad y resistencia), y caucho para las fijaciones que amortiguan el movimiento. En los modelos más económicos es frecuente encontrar láminas de fibra de vidrio o plástico reforzado.

Tipos de somier y base tapizada: encuentra el que mejor se adapta

El mercado ofrece varios tipos, cada uno diseñado para necesidades específicas. Conocer sus diferencias te ayudará a tomar la decisión correcta a la hora de comprar.

No existe una opción universalmente mejor que otra. La selección correcta depende del tipo de colchón que tengas, de tu peso corporal, de si padeces problemas de espalda y, por supuesto, de tu presupuesto.

Somier de láminas tradicional

El modelo clásico de láminas es el que encontramos en la mayoría de hogares. Se caracteriza por tener entre 10 y 14 láminas distribuidas a lo largo del marco.

Estas láminas de madera, generalmente de haya por su flexibilidad natural, ofrecen un soporte firme pero con cierta capacidad de adaptación. La anchura de cada lámina suele estar entre 5 y 7 centímetros, lo que proporciona un equilibrio entre firmeza y flexibilidad.

Son ideales para las superficies de muelles tradicionales y de espuma de densidad media. La separación entre láminas permite una excelente ventilación, lo que resulta especialmente beneficioso en zonas húmedas o para personas que transpiran mucho durante la noche.

Entre sus ventajas destacan su precio accesible, su alta transpirabilidad y su mantenimiento sencillo. Como desventajas, ofrecen menos adaptabilidad que otros tipos y pueden resultar algo duros para superficies muy blandas. Su longevidad ronda los 8-10 años con un uso normal.

Somier multiláminas

Este modelo representa una evolución del tradicional. Como su nombre indica, incorpora un mayor número de láminas —habitualmente entre 20 y 30— que además son más estrechas, con una anchura típica de 3 a 4 centímetros.

Esta configuración permite que las láminas se adapten mejor a la forma del cuerpo, ofreciendo un soporte más ergonómico y personalizado. Cada una puede adaptarse de forma independiente a cada zona corporal, mejorando significativamente el confort.

Son especialmente recomendados para colchones de látex y viscoelástica, ya que estos materiales necesitan una base flexible que no limite su capacidad de adaptación. La serie de láminas más numerosa distribuye mejor el peso y evita puntos de presión excesiva.

Este tipo suele incluir reguladores de firmeza en la zona lumbar, lo que permite personalizar el nivel de soporte según las necesidades individuales. Su precio es superior al del modelo tradicional, pero la mejora en confort y adaptabilidad justifica la inversión para muchos usuarios.

Somier de muelles

Los modelos con muelles son menos comunes actualmente, pero siguen siendo una opción válida para aplicaciones específicas.

Funcionan mediante un sistema de muelles bicónicos o ensacados integrados en la estructura, similar al funcionamiento de una superficie de muelles. Proporcionan un soporte más uniforme y firme que los de láminas, con menos flexibilidad pero mayor estabilidad.

Sus principales ventajas son la firmeza y una longevidad excepcional, pudiendo superar fácilmente los 15 años de vida útil. Son particularmente compatibles con colchones de muelles ensacados, creando un sistema de descanso muy robusto.

Sin embargo, presentan algunos inconvenientes: menor adaptabilidad al contorno corporal, peor ventilación que los de láminas y un peso considerablemente mayor que dificulta su manipulación. Además, con el tiempo pueden generar ruidos por el roce entre los elementos internos.

Somier articulado: cuándo usar un somier regulable

La opción regulable representa la gama más avanzada y funcional. Se trata de un sistema que permite elevar de forma independiente diferentes secciones: cabecero, zona lumbar y pies.

Estos ajustes se realizan mediante motores eléctricos controlados por mando a distancia, aunque existen versiones manuales más económicas con mecanismos basculantes. Las posiciones regulables van desde la elevación simple del cabecero hasta configuraciones complejas que permiten posiciones de lectura, anti-ronquido o circulatorias.

Están especialmente indicados para personas con dolores de espalda, problemas circulatorios, reflujo gástrico o apnea del sueño. También resultan ideales para quienes pasan tiempo en la cama leyendo o viendo televisión, mejorando notablemente el confort en estas actividades.

Los beneficios para la salud son significativos: mejoran la circulación sanguínea al elevar las piernas, reducen los ronquidos elevando el cabecero, alivian la presión lumbar y facilitan la entrada y salida de la cama a personas con movilidad reducida. Son prácticamente imprescindibles en situaciones de convalecencia o para personas mayores.

Su principal inconveniente es el precio, sustancialmente superior a los modelos fijos. Además, requieren superficies específicas con flexibilidad adecuada —nada de productos con muelles tradicionales— y consumen electricidad si son motorizados.

Base tapizada frente al somier: diferencias clave

La base tapizada es otro tipo de soporte que ha ganado popularidad en los últimos años. Aunque técnicamente no es lo mismo, es importante conocerla para hacer una selección informada.

Una base tapizada consiste en una superficie continua y firme, generalmente fabricada con tablero contrachapado o aglomerado, recubierta con tejido transpirable. Puede tener una estructura de refuerzo interior similar, pero sin láminas visibles en la superficie superior donde se coloca tu equipo de descanso.

Las principales diferencias radican en la firmeza y la ventilación. La base tapizada proporciona un soporte completamente uniforme y firme, sin ningún tipo de flexión. Esto puede ser beneficioso para superficies que necesitan una base muy firme, pero elimina la adaptabilidad que aportan las láminas.

En cuanto a ventilación, aunque las bases tapizadas modernas incorporan sistemas de aireación lateral, nunca alcanzan el nivel de transpirabilidad de un modelo de láminas. Esto puede ser problemático en ambientes húmedos o para personas que transpiran mucho.

Las ventajas incluyen un soporte extraordinariamente firme, ausencia total de ruidos, mayor sensación de estabilidad y, en muchos casos, un precio inferior al de un buen multiláminas. Los inconvenientes son la menor transpirabilidad, la ausencia de flexibilidad y un peso considerable que dificulta su manejo.

Somier o una base tapizada: qué tener en cuenta a la hora de decidir

Esta es una de las preguntas más frecuentes que recibimos en Quality Descans, y la respuesta depende fundamentalmente del tipo de colchón que tengas o vayas a adquirir.

Para látex o viscoelástica, un buen modelo multiláminas es casi siempre superior. Estos materiales necesitan transpirar y se benefician enormemente de la flexibilidad que aportan las láminas. Con una base tapizada, el látex puede acumular humedad y el viscoelástico puede sentirse excesivamente duro.

Para muelles ensacados de alta gama, ambas opciones son válidas. Algunos fabricantes incluso recomiendan base tapizada para maximizar el soporte, aunque un multiláminas también funcionará perfectamente.

En términos de presupuesto, las bases tapizadas básicas suelen ser más económicas, pero un modelo de calidad ofrece mejor relación calidad-precio a largo plazo por su mayor longevidad y versatilidad.

Si valoras la transpirabilidad, sufres de alergias a los ácaros o vives en un clima húmedo, el modelo de láminas es definitivamente la mejor opción. Si priorizas la firmeza absoluta y la ausencia de movimiento, la base tapizada puede ser más adecuada.

En Quality Descans recomendamos generalmente la opción de láminas por su polivalencia y beneficios en términos de higiene. Si quieres profundizar más en esta comparativa, puedes consultar nuestra guía sobre somier o canapé.

Cómo elegir un somier: guía completa para comprar un somier

Seleccionar el soporte adecuado requiere considerar múltiples aspectos que van más allá del precio o la estética. Aquí te explicamos los criterios fundamentales que debes evaluar.

El error más común es comprar sin tener en cuenta qué vas a usar sobre él. Cada tipo de colchón tiene requerimientos específicos que, si no se cumplen, pueden arruinar tu inversión y tu descanso.

Vamos a desglosar los factores clave para que puedas tomar una decisión informada y acertada en tu compra.

Compatibilidad dependiendo del tipo de colchón que tengas

La compatibilidad entre base y superficie de descanso es absolutamente crucial. Usar un soporte inadecuado puede reducir hasta un 40% las prestaciones de tu equipo.

Los productos de muelles tradicionales o ensacados funcionan mejor sobre láminas anchas o bases tapizadas. Necesitan una superficie firme y estable que no interfiera con el trabajo de sus propios muelles. Un soporte muy flexible podría crear zonas de hundimiento irregular.

Los colchones de látex requieren obligatoriamente un modelo multiláminas con buena separación entre láminas. El látex necesita transpirar por ambas caras, y una base tapizada puede provocar acumulación de humedad y deterioro prematuro. El alto nivel de transpirabilidad del modelo de láminas es esencial para este material.

Los productos de viscoelástica se adaptan bien tanto a multiláminas como a bases tapizadas, aunque prefieren las láminas por la mejora en ventilación. Si el viscoelástico tiene alta densidad (más de 80 kg/m³), una base más firme puede ser beneficiosa.

Las superficies de espuma de densidad media-alta funcionan correctamente sobre cualquier tipo de soporte, siempre que la superficie sea uniforme y sin irregularidades que puedan marcarse.

Firmeza y flexibilidad: qué somier elegir según tus preferencias

La firmeza del soporte afecta directamente a cómo percibes la firmeza de tu superficie de descanso. Un modelo muy flexible hará que un producto firme se sienta más blando, y viceversa.

Las láminas anchas (6-7 cm) proporcionan mayor firmeza y son ideales si prefieres un descanso más rígido o tienes un peso corporal elevado. Las láminas estrechas (3-4 cm) ofrecen más flexibilidad y adaptabilidad, perfectas para quienes buscan un descanso acogedor.

Los reguladores de firmeza son elementos muy valiosos que no suelen encontrarse en la gama más barata. Estos sistemas, generalmente con forma de mariposa o cursor deslizante, permiten modificar la dureza en la zona lumbar según tus necesidades. Si padeces dolores de espalda, esta característica puede marcar una diferencia significativa.

Las rótulas de caucho que fijan las láminas al marco también influyen en el comportamiento del conjunto. Las de mayor calidad absorben mejor las vibraciones y proporcionan un tacto más progresivo, mientras que las más básicas de plástico pueden generar un tacto más brusco.

Transpiración y ventilación del colchón

La capacidad de ventilación es uno de los aspectos más importantes pero menos valorados al seleccionar tu base.

Durante el sueño, el cuerpo humano puede liberar hasta medio litro de sudor en forma de vapor. Si este grado de humedad no se evacúa correctamente, puede acumularse favoreciendo la proliferación de ácaros, bacterias y hongos, además de degradar los materiales más rápidamente.

Los modelos de láminas, especialmente los que tienen mayor separación (5-7 cm), son los que mejor transpiran. Permiten la circulación del aire por toda la superficie inferior, manteniendo un ambiente seco y saludable.

Este aspecto es crítico en habitaciones con poca ventilación natural, en climas húmedos, para personas que transpiran abundantemente o cuando se usan productos de látex o viscoelástica que son menos transpirables por naturaleza.

Medidas y altura del somier

Las medidas deben coincidir exactamente con las de tu superficie de descanso. Parece obvio, pero es un error más frecuente de lo que imaginas.

Las medidas estándar en España son: 90×190 cm (individual), 105×190 cm (individual grande), 135×190 cm (matrimonio pequeño), 150×190 cm (matrimonio estándar) y 180×200 cm (king size). También existen medidas especiales como 160×200 cm o las de 200 cm de largo que están ganando popularidad.

La altura óptima del conjunto debería situar la superficie de descanso entre 50 y 65 cm del suelo. Esta altura facilita el acceso a la cama, especialmente para personas mayores o con problemas de movilidad. Ten en cuenta que debes sumar la altura de la base (habitualmente 25-35 cm incluyendo las patas) más la del producto superior.

Si tienes el techo bajo o quieres una estética más moderna, existen modelos de perfil reducido. Por el contrario, si necesitas mayor altura por comodidad o para facilitar el acceso, puedes optar por patas más altas o estructuras de mayor grosor.

Refuerzos centrales y patas

La estructura de refuerzo y las patas son elementos que determinan la estabilidad y longevidad del conjunto.

Los modelos de medidas de matrimonio (a partir de 135 cm de ancho) deben incluir obligatoriamente una barra de refuerzo central longitudinal. Sin este refuerzo, la estructura puede flexar excesivamente en el centro, provocando hundimiento y reduciendo drásticamente su vida útil.

El número de patas es igualmente importante. Un modelo individual debe tener al menos 6 patas, mientras que uno de matrimonio necesita mínimo 9 (idealmente 10). Las patas deben ser robustas, con rosca metálica en modelos de gama media-alta, y contar con niveladores para ajustar posibles irregularidades del suelo.

La presión que soportan las láminas y la estructura está directamente relacionada con la calidad de estos elementos. Un modelo bien reforzado puede soportar sin problemas hasta 150-180 kg de peso total sin deformarse.

Verifica también que el marco sea de tubo de acero de grosor adecuado (mínimo 30×30 mm) y que las soldaduras estén bien ejecutadas. Los modelos de madera maciza, aunque menos comunes, deben tener uniones reforzadas con herrajes metálicos.

¿Qué somier elegir según tus necesidades?

No todos necesitamos el mismo tipo de base. Tus circunstancias personales, tu salud y tus prioridades deben guiar tu selección.

Aquí te ofrecemos recomendaciones específicas según diferentes perfiles de usuario para que puedas identificar qué opción se ajusta mejor a tu caso.

Para personas con problemas de espalda: somier articulado

Si sufres de dolores de espalda crónicos, hernias discales, ciática o cualquier patología lumbar o cervical, tu selección debe enfocarse prioritariamente en la salud.

Un modelo regulable es, sin duda, la mejor opción terapéutica. La capacidad de elevar diferentes zonas permite adoptar posiciones que alivian la presión sobre las vértebras, mejoran la circulación y reducen la tensión muscular. La posición con las rodillas ligeramente elevadas, por ejemplo, disminuye significativamente la presión sobre la zona lumbar.

Si el presupuesto no permite un modelo eléctrico regulable, opta por un multiláminas de calidad con reguladores de firmeza en la zona lumbar. Estos reguladores permiten personalizar el soporte exactamente donde más lo necesitas.

La cama ajustable con motor dual (que permite regular cada lado de forma independiente en camas de matrimonio) es ideal cuando solo uno de los dos miembros de la pareja necesita ajustar la posición.

Para quienes buscan durabilidad

Si tu prioridad es la relación calidad-precio a largo plazo y quieres un producto que dure muchos años, hay características específicas en las que debes fijarte.

Los materiales de calidad son fundamentales: marco de acero tubular de grosor robusto, láminas de madera maciza de haya (evita el contrachapado), rótulas de caucho natural en lugar de plástico, y patas metálicas roscadas en lugar de encajadas.

Los modelos de muelles, aunque menos flexibles, ofrecen una longevidad excepcional que puede superar los 15-20 años. Sin embargo, para la mayoría de usuarios, un buen multiláminas de gama media-alta proporciona mejor equilibrio entre longevidad (10-15 años), confort y adaptabilidad.

Verifica las garantías: un fabricante serio ofrece mínimo 3 años de garantía en gama media, y hasta 5 años en modelos premium. Esto es un indicador directo de la confianza en la calidad de sus productos.

Para habitaciones infantiles o juveniles

Los niños y adolescentes tienen necesidades específicas que conviene considerar al seleccionar su base.

La resistencia es clave, ya que las camas infantiles y juveniles suelen recibir un trato más exigente: saltos, juegos, movimientos bruscos. Un modelo de láminas tradicional con marco robusto suele ser la opción más sensata.

La adaptabilidad al crecimiento es otro factor relevante. Un producto de calidad aceptable puede acompañar al niño desde la infancia hasta la adolescencia, cambiando únicamente la superficie superior según vaya creciendo. Esto hace que merezca la pena invertir en una base decente incluso para habitaciones infantiles.

Las opciones económicas pero de calidad existen: modelos de láminas anchas con marco metálico sólido que, sin ser multiláminas de alta gama, ofrecen prestaciones correctas y resistencia suficiente. Evita los modelos de gama muy baja con láminas de plástico o estructuras endebles que acabarán rompiéndose.

Para adolescentes con problemas posturales o de espalda (cada vez más frecuentes por las malas posturas frente a pantallas), considera invertir en un multiláminas con reguladores, similar al que seleccionarías para un adulto.

Errores comunes al comprar un somier

A lo largo de tres décadas en el sector, hemos visto repetirse los mismos errores una y otra vez. Evítalos y tu compra será mucho más acertada.

El error más grave y frecuente es no considerar el tipo de colchón que se tiene o se va a adquirir. Comprar primero la base y después la superficie, o al revés, sin pensar en su compatibilidad, es una receta para el desastre. Ambos elementos deben seleccionarse considerando sus características mutuas.

Fijarse solo en el precio es otro fallo común. El producto más barato puede salir muy caro si rompe las láminas al año, hace ruidos insoportables o arruina tu equipo por falta de soporte adecuado. La diferencia entre un modelo básico y uno de gama media suele ser de 100-150 euros, pero puede representar 5-10 años más de vida útil del conjunto.

Ignorar la calidad de los materiales es fácil cuando todos los modelos parecen iguales a primera vista. Fíjate en el grosor del marco, en si las láminas son de madera maciza o contrachapado, en el tipo de rótulas (caucho vs plástico), en el acabado de las soldaduras. Estos detalles marcan la diferencia entre un producto mediocre y uno excelente.

No verificar las medidas exactas parece increíble, pero sucede. Un modelo de 135×190 cm no es lo mismo que uno de 135×200 cm, y si tu superficie es de 200 cm de largo, sobresaldrán 10 cm. Mide tu equipo actual antes de adquirir, o si vas a comprar ambos simultáneamente, asegúrate de que coinciden exactamente.

Por último, muchas personas no consideran usar un somier articulado cuando realmente les beneficiaría enormemente. Si tienes problemas circulatorios, reflujo, apnea o simplemente pasas muchas horas en cama por enfermedad o edad avanzada, un modelo regulable puede cambiar radicalmente tu calidad de vida. No lo descartes sin informarte.

Mantenimiento y cuidados del somier

Una base bien cuidada puede durar 10-15 años sin problemas, mientras que una descuidada puede fallar en menos de 5. El mantenimiento es sencillo pero importante.

La revisión periódica de elementos es fundamental. Cada 6-12 meses, dedica unos minutos a inspeccionar visualmente tu estructura. Comprueba que no haya láminas agrietadas o rotas, que las rótulas no estén degradadas, que las patas sigan firmemente atornilladas y que el marco no presente soldaduras rotas u oxidación excesiva.

La limpieza recomendada es muy simple: aspira regularmente la superficie cuando cambies las sábanas para eliminar polvo y ácaros. Si está tapizado, puedes pasar un paño ligeramente húmedo. Evita mojar las láminas de madera, ya que la humedad excesiva puede deformarlas.

Si oyes chirridos o crujidos, no los ignores. Suelen deberse a rótulas degradadas o patas mal ajustadas. Apretar los tornillos de las patas o sustituir una rótula gastada son operaciones sencillas que puedes hacer tú mismo y que evitarán que el problema empeore.

Rota tu superficie de descanso periódicamente (cada 3 meses) para que la presión se distribuya uniformemente sobre todas las láminas. Esto prolonga la vida útil tanto de uno como del otro.

Señales de que necesitas cambiar tu somier y tu colchón

Existen indicadores claros de que tu base ha llegado al final de su vida útil y necesita ser reemplazada.

Ruidos o crujidos persistentes que no desaparecen tras apretar tornillos o cambiar rótulas son señal de que el marco o las láminas están deteriorados. Una estructura en buen estado debe ser completamente silenciosa.

Láminas rotas o deformadas son obviamente un problema grave. Si varias están agrietadas o rotas (una sola puede reemplazarse puntualmente), ha perdido su capacidad de soporte uniforme y debe cambiarse. Las láminas al bastidor deben estar todas en perfecto estado.

Hundimientos visibles en la zona central, incluso sin peso sobre la estructura, indican que ha cedido y ya no proporciona el soporte necesario. Esto acelerará el deterioro de cualquier superficie que coloques sobre ella.

Si tu superficie de descanso es relativamente nueva pero has empezado a notar molestias al despertar o que se hunde más de lo normal, el problema puede estar en la base, no arriba. Antes de gastar en uno nuevo, evalúa el estado de tu estructura.

Cuando detectes cualquiera de estas señales, es momento de renovar. En Quality Descans te ayudamos a encontrar la combinación perfecta para mejorar tu descanso. Visita nuestra tienda o web para descubrir opciones de calidad con asesoramiento personalizado que se adaptan a diferentes presupuestos y necesidades.

Conclusión: el somier y cómo elegirlo para un descanso completo

La selección correcta de tu base es tan importante como elegir el colchón perfecto. Ambos elementos trabajan en sinergia para proporcionarte el descanso que necesitas y mereces.

No tiene sentido invertir 800 o 1.000 euros en una excelente superficie y colocarla sobre una base de 80 euros que no le proporciona el soporte adecuado. Estarás desaprovechando las cualidades del producto y reduciendo drásticamente su vida útil. El equilibrio entre ambos componentes es la clave.

Recuerda los puntos fundamentales: verifica la compatibilidad con tu tipo de superficie, prioriza la calidad de los materiales sobre el precio más bajo, asegúrate de que la estructura tiene refuerzos adecuados para tu medida, y no temas invertir en un modelo regulable si tus circunstancias de salud lo aconsejan.

Invertir en ambos elementos —una buena superficie sobre una buena base— garantiza años de descanso reparador, mejor salud postural y, en definitiva, mayor calidad de vida. El descanso no es un lujo, es una necesidad básica que determina tu rendimiento diario, tu estado de ánimo y tu salud a largo plazo.

En Quality Descans llevamos más de 30 años ayudando a personas a encontrar su sistema de descanso ideal. Nuestro equipo está preparado para asesorarte sobre qué combinación se ajusta mejor a tus necesidades específicas, tu presupuesto y tus circunstancias personales. Te invitamos a visitarnos o explorar nuestra web donde encontrarás productos de calidad y la calidad de tu sueño mejorará notablemente.

Puntos clave para recordar:

  • La base es tan importante como la superficie superior para un descanso óptimo
  • Cada tipo de producto requiere un soporte específico para maximizar sus prestaciones
  • Los multiláminas ofrecen el mejor equilibrio entre adaptabilidad y ventilación
  • Los modelos regulables son inversiones valiosas para personas con problemas de salud
  • La calidad de los materiales determina la longevidad y el rendimiento a largo plazo
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Francesc Soley

Francesc Soley es experto en descanso y fundador de Quality Descans. Con más de 30 años de experiencia en el sector del colchón, comenzó su trayectoria en 1991 con la apertura de La Tenda del Matalàs en Sabadell. En 2005 fundó Quality Descans, donde combina su amplio conocimiento y experiencia para ofrecer asesoramiento personalizado a cada cliente. Francesc se especializa en analizar los hábitos de descanso individuales para recomendar el colchón más adecuado a cada situación particular, convirtiendo a Quality Descans en una tienda de referencia en el Vallès Occidental.

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