La pregunta sobre si es necesario usar este accesorio al descansar genera más debate del que imaginas. En Quality Descans llevamos décadas asesorando sobre descanso, y la realidad es que no existe una respuesta universal. Depende de tu postura, tu anatomía y las características de tu equipo de descanso.
Introducción: ¿Almohada o sin almohada? El debate sobre el mejor descanso
Durante años hemos escuchado opiniones contradictorias sobre este tema. Algunos defienden que prescindir de la almohada es más saludable para la columna vertebral, mientras otros aseguran que la falta de soporte puede provocar problemas cervicales graves.
La verdad está en el matiz. Cada persona tiene unas necesidades específicas que vienen determinadas por su manera de descansar, su complexión física y hasta el tipo de superficie sobre la que reposa. No se trata de decidir qué opción es mejor en términos absolutos, sino de entender cuál funciona mejor para ti.
A lo largo de este artículo vamos a explorar ambas alternativas desde una perspectiva práctica y científica. Te explicaremos las ventajas y desventajas de cada opción para que puedas tomar una decisión informada sobre si es mejor dormir con este soporte o prescindir de él.
¿Es bueno dormir sin almohada? Lo que dice la ciencia
La respuesta corta es: depende. Prescindir de este soporte puede ser beneficioso en situaciones muy concretas, pero no es la mejor opción para la mayoría de las personas.
Cuando hablamos de alineación natural de la columna, nos referimos a mantener la curva fisiológica que tiene nuestra espalda cuando estamos de pie. El objetivo es que las vértebras cervicales, la zona dorsal y lumbar mantengan esa posición neutral sin tensiones ni presiones innecesarias.
En algunos casos, especialmente cuando la persona descansa en decúbito prono (sobre el abdomen), eliminar este elemento puede ayudar a reducir la hiperextensión del cuello. También hay quienes han desarrollado problemas específicos en la columna vertebral donde un especialista puede recomendar temporalmente esta opción.
Sin embargo, estas situaciones son excepcionales. La anatomía humana está diseñada de forma que, en la mayoría de posturas, necesitamos un elemento que rellene el espacio entre la cabeza y el colchón.
Beneficios de dormir sin almohada
Si has estado pensando en probar esta opción, debes saber que tiene algunos beneficios reales, aunque limitados a perfiles muy específicos.
Para las personas que duermen boca abajo, eliminar este soporte reduce considerablemente la tensión en el cuello. Cuando adoptamos esta postura con un cojín elevado, forzamos una rotación y elevación que puede generar contracturas y molestares al despertar. Al apoyar directamente la cara sobre el equipo de descanso, el cuello mantiene una posición más alineada con el resto de la columna.
Algunas personas reportan también una mejora en la respiración al prescindir de este elemento en tal postura, ya que las vías respiratorias quedan menos comprimidas. Esto puede ser relevante si sufres de ronquidos o tienes tendencia a la congestión nasal.
Otro aspecto menos conocido tiene que ver con la prevención de arrugas faciales. Al reducir la presión sobre la piel del rostro, algunas personas notan mejoras estéticas a largo plazo, aunque este no debería ser el factor principal para tomar esta decisión a la hora de dormir.

Desventajas de dormir sin almohada
Ahora viene la parte importante: para la inmensa mayoría de las personas, esta opción genera más problemas que beneficios. Incluso podríamos afirmar que es malo dormir sin almohada si no tienes la postura adecuada.
La falta de soporte cervical es el inconveniente principal. Cuando descansas en posición supina o lateral sin este elemento, tu cabeza queda en una posición inferior al resto del cuerpo. Esto provoca que las vértebras cervicales se vean obligadas a mantener una flexión antinatural durante horas, generando tensión muscular y malestar.
En posición supina sin soporte, la cabeza tiende a caer hacia atrás, forzando la zona cervical y pudiendo afectar incluso al aparato circulatorio que pasa por esa región. Muchas personas experimentan molestias que irradian hacia los hombros y, en casos más severos, cefaleas matutinas.
Para las personas que duermen de lado, la situación es aún más problemática. Sin un elemento que rellene el espacio entre el hombro y la cabeza, el cuello queda completamente doblado hacia un lado. Esta postura mantenida durante las diferentes fases del sueño puede derivar en contracturas graves, pinzamientos nerviosos y problemas crónicos.
Además, la falta de elevación de la cabeza puede empeorar problemas como el reflujo gástrico, ya que los ácidos del estómago tienen más facilidad para subir por el esófago.
Ventajas de dormir con almohada: por qué la mayoría la necesita
Después de tres décadas trabajando en el sector del descanso, puedo afirmar que usar una buena almohada marca una diferencia notable en la calidad del sueño de la gran mayoría de personas.
Este elemento no es un mero accesorio de confort. Se trata de una pieza fundamental del sistema de descanso que trabaja en conjunto con tu superficie de apoyo para mantener la postura correcta de toda la columna vertebral. Cuando esta alineación se respeta, tus músculos pueden relajarse completamente, permitiendo un descanso reparador auténtico.
Un buen soporte actúa como puente entre tu cabeza y la superficie sobre la que reposas, distribuyendo el peso de forma uniforme y evitando puntos de presión excesiva. Esto no solo previene molestias, sino que favorece una correcta circulación sanguínea en la zona del cuello y la cabeza.
La relación entre estos dos elementos es simbiótica. Si tienes un buen colchón pero un soporte inadecuado, o viceversa, tu descanso se verá comprometido. Ambos deben trabajar juntos para ofrecerte lo que tu cuerpo necesita.
¿Por qué es mejor dormir con almohada en la mayoría de casos?
La respuesta está en la biomecánica de nuestro cuerpo. La columna vertebral tiene curvaturas naturales que necesitan mantenerse durante el sueño para que los tejidos se regeneren correctamente.
Cuando usas la almohada correcta, tu cuello y la columna forman una línea recta en posición lateral, o mantienen la curva natural en posición supina. Esta alineación de la columna permite que los discos intervertebrales se rehidraten, que los músculos paravertebrales descansen y que el sistema nervioso pueda realizar sus funciones de reparación sin interferencias.
Una almohada adecuada se adapta a diferentes cambios de posición durante la noche. Es normal que te muevas mientras descansas, y un buen soporte debe acompañar esos movimientos sin perder sus propiedades. Esto es especialmente importante para las posturas lateral y supina, que son las más comunes.
La prevención del malestar es otro factor determinante. Los problemas cervicales son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad, en parte por las malas posturas durante el día. La almohada para mantener la posición correcta puede contrarrestar parte de ese daño acumulado y prevenir que los problemas se agraven.
Además, el uso de una almohada mejora la calidad general al reducir los microdespertares nocturnos causados por incomodidad postural.
Tu postura para dormir determina si necesitas almohada
No todas las posturas requieren el mismo tipo de soporte. De hecho, la manera de dormir es el factor más determinante a la hora de decidir si lo necesitas y, sobre todo, qué características debe tener.
En Quality Descans siempre empezamos preguntando a nuestros clientes cómo descansan habitualmente. Esta información es más importante que cualquier otro factor, porque tu posición condiciona totalmente las necesidades de tu zona cervical.
Observa tus sábanas por la mañana y fíjate en qué lado de la cama está más arrugado. Eso te dará pistas sobre tu postura predominante. También puedes pedirle a alguien que te observe mientras descansas o incluso grabarte, aunque suene extraño.
Si duermes boca arriba
Esta es considerada una de las posturas más saludables para la columna vertebral, siempre que cuentes con el soporte adecuado.
En posición supina, es recomendable dormir con un elemento de altura media que mantenga la curva natural del cuello. Debe rellenar el espacio entre tu nuca y la superficie de descanso sin elevar excesivamente la cabeza. Si es demasiado alto, tu barbilla se acerca al pecho, forzando la zona cervical. Si es demasiado bajo o inexistente, tu cabeza cae hacia atrás creando hiperextensión.
El soporte cervical es crítico en esta postura. Necesitas que mantenga firme la zona del cuello mientras permite que la cabeza se hunda ligeramente. Muchos modelos cervicales están específicamente diseñados para esta función, con una forma ergonómica que respeta la anatomía natural.
Esta posición también favorece al aparato circulatorio y al sistema digestivo, pero solo si el soporte es el correcto. Una mala elección puede convertir esta posición en fuente de problemas, especialmente si sufres de ronquidos o apnea del sueño. Por eso muchas personas prefieren dormir en esta postura cuando tienen el apoyo adecuado.
Si duermen boca abajo
Aquí es donde el debate sobre usar o no este elemento cobra más sentido. Descansar en posición prona es, objetivamente, la postura menos recomendable para la salud del cuello y la espalda.
Esta posición obliga a girar la cabeza hacia un lado durante toda la noche, lo que genera tensión en el cuello y en la parte superior de la espalda. Si además usas un soporte elevado, estás añadiendo altura que agrava la rotación y compresión de las vértebras cervicales.
Para quienes adoptan esta postura, la mejor opción suele ser un elemento muy bajo, casi plano, o incluso prescindir del mismo por completo. Algunos especialistas recomiendan colocar una almohada bajo el estómago para reducir la presión en la zona lumbar.
Sin embargo, lo ideal sería intentar cambiar gradualmente hacia una postura lateral o supina. Sé que no es fácil, porque los hábitos nocturnos están muy arraigados, especialmente si estás acostumbrado a dormir de esta manera, pero tu salud a largo plazo te lo agradecerá.
Si duermes de lado
Esta es la postura más común entre los adultos y definitivamente deben dormir con soporte, además de que sea más elevado que en otros casos.
En posición lateral, existe un espacio considerable entre tu cabeza y la superficie que debe rellenarse para mantener el cuello alineado con la columna. La altura necesaria depende de la anchura de tus hombros: a mayor anchura, mayor elevación requerida.
Para quienes duermen de lado o boca arriba frecuentemente, necesitas un elemento que tenga suficiente firmeza para no colapsar bajo el peso durante la noche. Los materiales viscoelásticos o de látex suelen funcionar mejor que las opciones de fibra tradicionales.
Es importante que el cuello y la alineación de la columna vertebral formen una línea recta cuando te observas de frente. Si tu cabeza se inclina hacia abajo (soporte demasiado bajo) o hacia arriba (excesivamente alto), estarás forzando la musculatura cervical durante horas.
Muchas personas en esta posición también se benefician de colocar una almohada entre las rodillas, lo que ayuda a alinear las caderas y reduce la tensión en la zona lumbar.

Tipos de almohada: ¿alta o baja? Encuentra la que mejor se adapte a ti
La altura de este elemento no es una cuestión de preferencia personal, sino de necesidad biomecánica. Elegir una almohada alta o baja tiene aplicaciones específicas según tu anatomía y postura.
Los modelos altos (12-15 cm) están diseñados principalmente para quienes descansan lateralmente y tienen hombros anchos. Necesitan ese grosor para llenar el espacio entre la oreja y la superficie. Una almohada alta en una persona que descansa en supino puede provocar tensión y cefaleas.
Los de altura media (10-12 cm) son los más versátiles. Funcionan bien para posición supina o para quienes cambian frecuentemente durante la noche. Son la opción más recomendada cuando no tienes muy claro cuál es tu postura predominante y quieres mantener una postura equilibrada.
Los modelos bajos (menos de 10 cm) son ideales para niños, personas de complexión pequeña o quienes prefieren la posición prona. También pueden ser útiles si tu equipo de descanso es muy blando y ya genera cierto hundimiento.
La relación entre tipo de soporte y postura es directa: primero identifica cómo descansas, después elige la altura correspondiente.
La almohada cervical: tu aliada para el descanso
Los modelos cervicales tienen un diseño específico que va más allá de la simple elevación. Su forma anatómica está pensada para ofrecer soporte diferenciado en las distintas zonas del cuello y la cabeza.
Estos productos suelen tener un relieve superior más bajo en la zona central donde apoya la cabeza, y dos elevaciones laterales que sostienen el cuello. Algunos modelos incluyen una cuña inferior adicional para los hombros. Este diseño ayuda a mantener la curva natural sin importar pequeños cambios de posición durante la noche.
¿Para quién están especialmente indicadas? Son ideales para personas con problemas previos en las cervicales, quienes sufren molestias recurrentes en la espalda, trabajadores que pasan muchas horas frente al ordenador o cualquiera que busque prevenir futuros problemas en la zona del cuello.
Los beneficios terapéuticos son reales cuando se usa el modelo correcto. Reducen la tensión muscular, favorecen la circulación sanguínea en la zona, disminuyen las cefaleas de origen cervical y mejoran significativamente la calidad del sueño. En casos de rectificación o hernias discales, la almohada puede ser parte fundamental del tratamiento.
Materiales que marcan la diferencia
El material de tu soporte es tan importante como su altura. Cada uno tiene propiedades específicas que afectan al soporte, la adaptabilidad y la durabilidad.
La viscoelástica es uno de los materiales más populares actualmente. Este material viscoelástico reacciona al calor corporal y se adapta progresivamente a la forma de tu cabeza y cuello. Ofrece un soporte firme pero acogedor, y tiene memoria de forma, lo que significa que recupera su aspecto original después de cada uso. Es especialmente recomendable para personas con molestias cervicales o que necesitan un soporte preciso.
El látex es otra opción excelente, con ventajas propias. Es más elástico que la viscoelástica, por lo que responde más rápido a los cambios de posición. Tiene propiedades naturales antibacterianas y es hipoalerégico, ideal si sufres de alergia a los ácaros. Los productos de látex son más frescos que los viscoelásticos, perfectos para quienes tienen calor por la noche.
La fibra es el material tradicional por excelencia. Una almohada de fibra es más económica, lavable en su totalidad y tiene una sensación más mullida. Sin embargo, pierden su forma con mayor rapidez y ofrecen menos soporte que otros materiales. Son adecuadas para quienes buscan suavidad y no tienen problemas de espalda.
Las opciones de plumas combinan suavidad con cierto soporte. Se adaptan bien a diferentes posturas, aunque requieren un mantenimiento regular (sacudirlas y airearlas). No son recomendables si tienes alergias respiratorias.
La importancia de elegir según tus necesidades específicas va más allá del confort inmediato. Estamos hablando de un producto que usarás aproximadamente 2.500 horas al año. Merece la pena invertir tiempo en encontrar la almohada que mejor se adapte a tu cuerpo y preferencias.
Cómo elegir la almohada perfecta para ti
Elegir el soporte adecuado requiere considerar varios factores simultáneamente. No existe un modelo universal que funcione para todos, por eso la almohada ideal varía según cada persona.
Tu peso corporal influye en la firmeza necesaria. Las personas con mayor peso necesitan opciones más firmes que mantengan el soporte durante toda la noche, mientras que las personas más ligeras pueden optar por firmeza media.
La altura física también cuenta, aunque menos de lo que imaginas. Lo realmente relevante es la anchura de tus hombros, especialmente en posición lateral. Mide el espacio entre tu cuello y el extremo del hombro: esa es aproximadamente la elevación que la almohada debe tener.
La firmeza de tu equipo de descanso afecta directamente a la altura que necesitas. Si cuentas con una superficie muy firme, necesitarás más elevación porque tu cuerpo se hunde menos. Con una superficie blanda, puedes usar menos altura ya que tu hombro se hundirá más.
El mejor consejo que puedo darte es probar antes de comprar. En Quality Descans permitimos que nuestros clientes se tumben en nuestras camas de exposición con diferentes opciones para encontrar la combinación perfecta. Lo que se siente bien en los primeros minutos probablemente será cómodo durante toda la noche.
La importancia de tener una almohada que se adapte a tu colchón
Muchas personas piensan en estos dos elementos como independientes, pero la realidad es que funcionan como un sistema integrado.
La sinergia entre ambos determina la calidad global de tu descanso. Un equipo excelente con un soporte inadecuado es como un coche de lujo con neumáticos gastados: no vas a obtener el rendimiento que esperas.
Si cuentas con una superficie firme, como los modelos de muelles ensacados de alta gama o los de látex denso, necesitarás más altura porque tu cuerpo se hundirá muy poco. El espacio entre la cabeza y el colchón será mayor y el soporte debe compensarlo.
Por el contrario, si tu superficie es más blanda o tiene una capa superior de viscoelástico generosa, tu cuerpo se hundirá más. En este caso, necesitas altura media o incluso baja, porque el propio equipo ya está reduciendo el espacio entre tu cabeza y el plano de apoyo.
En Quality Descans no vendemos simplemente productos, ofrecemos sistemas completos de descanso. Cuando un cliente viene buscando mejorar su sueño, analizamos todo su equipo: superficie de apoyo, soporte cervical, base y condiciones ambientales. Solo así podemos ofrecer asesoramiento personalizado para encontrar la combinación perfecta.
Un buen sistema de descanso es una inversión en salud, no un gasto. Los problemas de espalda, el insomnio y las molestias crónicas tienen un coste mucho mayor, tanto económico como en calidad de vida, que el precio de un equipo de calidad.
Entonces, ¿si es mejor dormir con o sin almohada?
Después de analizar todos los factores, la respuesta es clara: para la inmensa mayoría de personas, usar almohada es la mejor opción.
Las excepciones son muy específicas: personas que descansan exclusivamente en posición prona y que no pueden cambiar esta forma, o casos particulares recomendados por un especialista médico. Fuera de estas situaciones, prescindir del soporte puede ser perjudicial para tu salud cervical.
La respuesta sobre almohada o sin almohada depende de cada persona, pero sigue patrones claros. Si descansas lateralmente, necesitas definitivamente un modelo alto. En posición supina, una altura media es imprescindible. Solo en posición prona podrías plantearte prescindir o usar una muy baja.
Lo más importante es escuchar a tu cuerpo. Si te despiertas con molestias en el cuello, rigidez en los hombros o cefaleas matutinas, algo no está funcionando. Puede ser tu soporte, tu equipo de descanso o tu postura. No ignores estas señales: son avisos de que tu cuerpo no está descansando correctamente.
Ventajas y desventajas: tabla comparativa
Vamos a resumir las diferencias principales entre ambas opciones para que tengas una visión clara sobre si recomendable dormir con o sin este soporte:
CON soporte:
- Mantiene la alineación correcta del cuello y la columna vertebral
- Previene molestias cervicales y contracturas musculares
- Se adapta a la mayoría de posturas, especialmente lado o boca arriba
- Mejora la calidad del sueño y reduce microdespertares
- Favorece la circulación y reduce la presión en zonas específicas
- Recomendada para posiciones lateral y supina
SIN soporte:
- Puede reducir tensión en quienes descansan en posición prona
- Elimina el riesgo de usar un elemento inadecuado
- Menos presión sobre la piel facial
- NO recomendada para posiciones lateral o supina
- Puede provocar molestias cervicales en la mayoría de personas
- Falta de apoyo para las vértebras cervicales
Si descansas en posición supina o lateral, usar almohada no es opcional: es necesario. La clave está en encontrar el modelo ideal que mantenga tu cuello en posición neutral durante toda la noche. Si adoptas la posición prona, considera seriamente intentar cambiar tu forma progresivamente o, al menos, usa una opción muy baja.
Para personas con problemas de espalda previos, consulta siempre con tu médico o fisioterapeuta antes de hacer cambios drásticos. Ellos pueden darte recomendaciones específicas basadas en tu condición particular y la almohada podría ser parte del tratamiento.
Consejos para adaptar tu forma de dormir y mejorar tu descanso
Cambiar de soporte o modificar tu postura requiere un período de adaptación que puede durar entre una y tres semanas.
No esperes resultados inmediatos. Tu cuerpo necesita tiempo para acostumbrarse a un nuevo elemento o a una nueva posición. Durante los primeros días es normal que sientas cierta incomodidad, pero debe ser leve. Si las molestias aumentan significativamente, es señal de que algo no funciona y debes reconsiderar tu elección.
Algunos trucos para facilitar la adaptación: si estás cambiando a un modelo más alto, prueba primero con uno intermedio durante una semana. Si quieres dejar la posición prona, coloca un cojín en tu abdomen al acostarte que te incomode seguir en esa postura cuando te gires inconscientemente.
Las señales de que tu soporte no es el adecuado son bastante evidentes. Molestias cervicales matutinas que mejoran a lo largo del día, necesidad de doblar el elemento o colocar el brazo debajo para estar cómodo, despertares nocturnos frecuentes o rigidez en hombros y parte alta de la espalda son claros indicadores de un problema.
También debes prestar atención al estado físico del producto: si tiene bultos, ha perdido su forma original, o notas que tu cabeza ya no queda bien apoyada, es momento de cambiarlo. Un producto de calidad debería durar entre 2 y 4 años dependiendo del material, pero el uso intensivo puede acortar su vida útil.
Señales de que necesitas cambiar de almohada (o de colchón)
Las molestias cervicales al despertar que desaparecen después de moverte durante unos minutos son la señal más clara. Tu cuello está avisándote de que ha estado en una mala posición durante horas.
Otros síntomas incluyen cefaleas tensionales, especialmente en la parte posterior del cráneo y la nuca. Estos malestares suelen estar relacionados con tensión muscular por mala postura nocturna. También pueden aparecer molestias que se irradian hacia los hombros o incluso hormigueo en los brazos, señal de que puede haber compresión nerviosa.
Si tu soporte está deformado, ha perdido firmeza o se ha aplanado, no hay duda: necesitas uno nuevo. Los modelos viscoelásticos que ya no recuperan su forma, los de fibra completamente aplastados o los de plumas con bultos irregulares no están cumpliendo su función.
A veces el problema no es solo este elemento. Si además notas que tu superficie de descanso se ha hundido en la zona central, que se marcan tus formas incluso después de levantarte, o que el somier hace ruidos, probablemente necesites renovar todo tu equipo.
En Quality Descans entendemos que renovar tu sistema de descanso representa una inversión importante. Por eso ofrecemos asesoramiento gratuito y personalizado para ayudarte a tomar la mejor decisión. Puedes visitar nuestra tienda para probar diferentes opciones o explorar nuestra web, donde encontrarás productos de calidad con garantías reales.
No esperes a que un pequeño problema se convierta en una lesión crónica. Los problemas cervicales pueden volverse permanentes si no se abordan a tiempo, y el origen muchas veces está en algo tan simple como el soporte equivocado.
Conclusión: encuentra tu fórmula personal para un buen descanso
No existe una solución universal para todos cuando hablamos de descanso. Tu fórmula personal depende de tu anatomía, tus preferencias y tu estado de salud.
Lo que sí es universal es la importancia de prestar atención a cómo descansas. Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida en este estado. La calidad del descanso afecta directamente a tu salud física, tu estado de ánimo, tu capacidad cognitiva y tu sistema inmunológico. No es algo menor.
Entender las fases del sueño y cómo tus decisiones sobre el equipo de descanso influyen en ellas te ayudará a valorar la importancia de crear el entorno perfecto.
Invertir en un buen sistema —superficie de calidad, soporte adecuado, base apropiada— es invertir en tu salud a largo plazo. Los ahorros que puedas conseguir comprando productos de baja calidad los pagarás después en fisioterapia, medicamentos o, peor aún, en años de molestias evitables.
En Quality Descans llevamos más de 30 años ayudando a personas a mejorar su descanso. Hemos visto cómo el equipo adecuado transforma la vida de nuestros clientes: menos molestias, más energía, mejor humor. Y también hemos comprobado que no hace falta gastar fortunas, sino invertir inteligentemente en lo que realmente importa.
Te invitamos a explorar nuestro catálogo, donde encontrarás opciones para todas las necesidades y presupuestos. Si tienes dudas, nuestro equipo está disponible para asesorarte sin compromiso. Porque un buen descanso no es un lujo, es una necesidad básica que todos merecemos.
Puntos clave para recordar:
- La mayoría de personas necesitan soporte cervical para mantener una alineación correcta
- Tu postura es el factor más importante para elegir el tipo adecuado
- Estos elementos deben trabajar en conjunto con tu equipo como un sistema integrado
- Cambiar requiere un período de adaptación de 1-3 semanas
- Las molestias matutinas son señal clara de que algo no funciona en tu sistema de descanso
Preguntas frecuentes
¿Qué tan recomendable es dormir sin almohada?
Solo es recomendable para quienes duermen boca abajo. Para el resto de posturas (lado o boca arriba), dormir sin almohada puede provocar dolor cervical y problemas de espalda, ya que el cuello queda sin el soporte necesario para mantener la alineación correcta de la columna.
¿Es más saludable dormir con o sin almohada?
Es más saludable dormir con almohada para la mayoría de personas. Una buena almohada mantiene la alineación de la columna vertebral, previene dolores cervicales y mejora la calidad del descanso. Solo en casos muy específicos de personas que duermen boca abajo podría ser mejor prescindir de ella.
¿Qué postura es más sana para dormir?
La postura más sana es de lado o boca arriba, usando una almohada de altura adecuada. Dormir de lado con una almohada que mantenga el cuello alineado con la columna es ideal para la mayoría. Dormir boca abajo es la menos recomendable por la tensión que genera en el cuello.
¿Es necesaria la almohada para dormir?
Sí, es necesaria para quienes duermen de lado o boca arriba. La almohada rellena el espacio entre la cabeza y el colchón, manteniendo la postura correcta del cuello. Solo quienes duermen boca abajo pueden considerar prescindir de ella o usar una muy baja.